Si no inviertes en calidad, el tiempo corre en tu contra
Las tentaciones en el mundo de las inversiones se suelen relacionar con historias de elevado potencial de crecimiento, modelos de negocio aparentemente disruptivos y nuevas tecnologías. Sin embargo hay otro cebo mucho más cotidiano, del que se habla menos y en el que habitualmente picamos los inversores.
Puedes leer el artículo completo en El Confidencial, en el blog Rumbo Inversor de Juan Gómez Bada