¡Revisa tus inversiones históricas!
Todos los imperios acaban cayendo. Lo mismo ocurre con las empresas. Muchas compañías que ayer estaban en auge, hoy están en declive. No están más baratas, van claramente a menos. Aunque mantengan el mismo nombre y todo parezca igual ya no son lo que eran. Los clientes y los mercados evolucionan más rápido de lo que parece.
En este contexto, hay muchísimos inversores que no vigilan sus inversiones. Se justifican diciendo que son inversores a largo plazo. Algunos dicen que sus acciones las heredarán sus hijos porque no tienen intención de vender y otros cuando heredan no se atreven a vender los valores heredados. A veces es el coste fiscal lo que echa para atrás, nunca es buen momento para pagar impuestos, otras veces es el miedo a tomar la decisión equivocada. El caso es que a muchas inversiones le salen telarañas y cuando se quiere actuar es demasiado tarde.
Puedes leer el artículo completo en El Confidencial, en el blog Rumbo Inversor de Juan Gómez Bada