Radiografía del peor fondo de inversión
Juguemos a un juego: imagine que, en lugar de buscar un fondo para rentabilizar su patrimonio, quisiera encontrar un fondo de inversión que le garantizara el peor resultado posible. Un disparate, lo sé, pero ¿qué características deberíamos buscar en un fondo de inversión para conseguir ese objetivo? Vamos con ellas:
1ª) Debemos desconocer quién es o son responsables de la toma de decisiones de inversión.
2ª) Esta persona/as que dirigen el fondo, por supuesto, no invertirían en él.
3ª) Que tenga unas elevadas comisiones de gestión, cerca de los máximos permitidos, es algo fundamental.
4ª) Entre ellas, por supuesto, tendría una elevada comisión sobre resultados.
5ª) La estrategia de inversión no estaría clara o se centraría en activos de moda.
6ª) El fondo, en lugar de invertir directamente, invertiría en fondos de otras gestoras incrementando sensiblemente los costes del inversor particular.
7ª) Tendría experiencia demostrada de inversión en activos en los que no tiene sentido invertir porque generan rentabilidades negativas a los partícipes con certeza estadística.
8ª) La rentabilidad a largo plazo (más de tres o cinco años) sería negativa y los comercializadores siempre nos vendrían con excusas nuevas para justificar dichos resultados
9ª) Debería tener, por tanto, un mal puesto en los rankings de fondos a largo plazo.
10ª) Tendrá también un bajo rating por parte de las empresas que califican fondos por sus resultados a largo plazo. Esta es una gran señal de bajos rendimientos
11ª) El nombre del fondo también es muy importante: debe enmascarar todo lo que hay detrás y dar sensación de seguridad.
Una vez realizado este retrato robot, y si lo analizamos con detalle, nos llevamos una sorpresa: Lamentablemente, lo que aquí se propone como un juego es una triste (y cara) realidad.
Puedes leer el artículo completo en el blog Rumbo Inversor de El Confidencial.