La inacción en inversiones: el coste oculto de la parálisis financiera
Tras el descanso vacacional, numerosos ahorradores reflexionan sobre ajustar o iniciar sus inversiones. Sin embargo, una considerable mayoría decide no actuar, ya sea por mantener su dinero en liquidez, perdiendo potencial adquisitivo, o por conservar sus inversiones actuales sin cambios. Esta parálisis financiera suele surgir de dos preocupaciones primordiales: la falta de tiempo para investigar opciones de inversión y el temor inherente a los riesgos que suponen las decisiones financieras.
Es crucial comprender que la inacción es, de hecho, una decisión. No actuar tiene sus propios riesgos. Por ejemplo, conservar el dinero en una cuenta corriente, dada la inflación, hará que pierda prácticamente todo su valor en el largo plazo. De igual manera, no revisar una cartera de inversiones puede significar confiar ciegamente en activos que quizá ya no sean pertinentes o beneficiosos.
Para quienes se sienten atrapados en este estancamiento, existen dos salidas recomendadas: adentrarse en la educación financiera o confiar en asesores especializados. De hecho, hay una opción intermedia: delegar una parte de las inversiones a expertos, mientras que el resto se gestiona personalmente. Esta estrategia híbrida permite mantener el control, aprender de expertos y, al mismo tiempo, entender mejor las propuestas de estos profesionales.
La gran pregunta es cuánto se deja de ganar al no invertir. Un dato interesante es que, frente a mantener el dinero en una cuenta corriente, existe un potencial del 3% de rentabilidad anual. Por otro lado, si se opta por asumir riesgos y se invierte a largo plazo, es posible obtener hasta un 6% adicional al año, a pesar de la volatilidad que esto conlleva. La diferencia entre una buena y una mala inversión en carteras de renta variable podría representar hasta un 5% anual. En términos actuales, las inversiones a largo plazo podrían oscilar entre un retorno del 3,5% y el 8,5% anual.
Puedes leer el artículo completo en el blog Rumbo Inversor de El Confidencial