Invertir en Europa… ¿por obligación fiscal o por convicción?
Bruselas no enamora al capital, quiere atraparlo por decreto
A día de hoy, los inversores eligen mayoritariamente Estados Unidos como primera opción de inversión; la posibilidad de invertir de manera indexada en índices como el S&P 500 o el MSCI World —el 70 % en empresas estadounidenses—, ha asestado un duro golpe a la capacidad de financiación de las compañías europeas. Ante esta tesitura, la Unión Europea está buscando nuevas fórmulas para canalizar el ahorro de sus ciudadanos hacia empresas europeas.
Entre los distintos mecanismos planteados está la introducción de una etiqueta en la Unión Europea que permita premiar fiscalmente a los productos de inversión que inviertan en la región y penalizar, al menos de forma relativa, a aquellos que no se ajusten a los objetivos marcados por los reguladores. La intención es muy clara: reforzar el ecosistema financiero europeo.
Es positivo que por fin seamos conscientes de que, si el capital y el talento fluyen hacia otras economías, seremos más pobres en el futuro.
Puedes leer el artículo completo en el blog Rumbo Inversor de El Confidencial.
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