Fondos: ¿Inviertes en conceptos o en personas?
En la era de la inversión temática invertir puede ser algo sencillo y divertido. Solo tienes que entrar en la web de tu entidad financiera y elegir entre los miles de fondos disponibles. ¿Cual es el concepto de futuro más atractivo para invertir? Si los resultados no son los esperados, siempre puedes cambiar por otro «concepto con futuro».
Hay ofertas de fondos segmentados por zonas geográficas o países (India, Japón, Estados Unidos, África…), por sectores (Tecnológicas, consumo, materias primas…), por tamaño de las empresas (pequeña, mediana y gran capitalización) e incluso por estilos de inversión (value, growth, blend…)
Invertir se convierte, por tanto, en un mero acto de selección de conceptos, y sin más análisis que lo atractivo que suene. Los resultados y la conveniencia de la inversión es «harina de otro costal».
A la hora de trasladar esos conceptos a algo más concreto, por ejemplo empresas españolas que invierten en Inteligencia Artificial, al hablar de empresas concretas y valorar si son buenas o malas inversiones, el comentario suele ser: «depende». Si el análisis lo hacemos con suficiente perspectiva, por ejemplo 15 años, ¿fue lo mismo invertir en Bankinter o en banco Popular? ¿En Adolfo Dominguez o en Inditex?
Analizando en el propio sector profesional, ¿invertiría en todas las empresas de su sector o solo en algunas escogidas?
Hay otros inversores, sin embargo, que invierten en personas. Confían en los criterios de Daniel, Miguel o Elena por diversos motivos: resultados obtenidos a largo plazo, criterios de selección de inversiones, que invierten su patrimonio en el mismo fondo, etcétera, y porque esas personas siempre darán la cara con los resultados.
En estos casos, muchas veces se conoce más a la propia persona que el fondo o la sociedad de inversión. Pero en los fondos que elegimos por conceptos, no sabemos quién o quienes toman las decisiones de inversión. ¿Seguirán al frente siempre o se marcharán a otras gestoras? ¿invierten en los fondos o tienen sus intereses en otro lado?
Puedes leer el artículo completo en el blog Rumbo Inversor de El Confidencial