El termómetro del miedo

Cuando un temor significativo impregna los mercados y la inmensa mayoría de valores bajan, hay un activo que siempre sube: en la eurozona ese papel lo asume el bund, el bono a diez años alemán. Durante unas horas, días o incluso semanas, se convierte en el activo refugio por excelencia. Es decir, en el destino de mucho capital que abandona otras inversiones con más riesgo.

 

Puedes leer  artículo completo en El Confidencial, en el blog de Rumbo Inversor de Juan Gómez Bada.