Desmitificando la valoración de empresas
Cuando una auditora o un banco de inversión con prestigio hace una valoración de una compañía de 300 páginas, muchos dan por bueno ese valor. El problema surge cuando aparece otro valorador con similar prestigio que da un precio muy diferente a la empresa. La nueva valoración podría ser inferior a la décima parte o superior a diez veces más.
Entonces se tiende a pensar que alguno se ha equivocado con los cálculos, pero no suele ser cierto. Los números normalmente están bien. La diferencia de las valoraciones está en las diferentes expectativas de resultados de la compañía o precio de venta futuro de la misma.
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