Comprar barato no es suficiente
Hace 10 años el marido de una compañera de trabajo sostenía que gestionar fondos de inversión era sencillo. Con elevada dosis de humor y respeto hacia el trabajo de su mujer se despedía de ella por las mañanas con la siguiente consigna: “recuerda, comprar barato y vender caro”. En la oficina bromeábamos mucho con esto y se lo recordábamos a quien perdía dinero en alguna inversión. Era una buena forma de arrancar una sonrisa a quien estaba preocupado. Este comentario reducía a nada el esfuerzo realizado en el análisis de las inversiones y mostraba lo teóricamente fácil que era obtener plusvalías.
Puedes leer el artículo completo en El Confidencial, en el blog de Rumbo Inversor de Juan Gómez Bada