¿Dónde acaban las buenas ideas en las cotizadas?

Cuando alguien propone una idea en una empresa para mejorar el modelo de negocio, todos miran a otro lado pensando ¿Qué supone para ellos ese posible cambio? ¿mejoran o empeoran? Si mejoran apoyarán el cambio, si empeoran tratarán de “matar” la idea por todos los medios.

¿Inviertes a favor o en contra del Banco Central Europeo?

Hace poco un inversor me comentaba que en su opinión mantener una duración negativa es una mala idea porque es ir en contra del Banco Central Europeo. Apeló al conocido dicho “Don´t fight the Fed”, “no luches contra la Reserva Federal” para defender que ir en contra del banco central históricamente no ha sido una estrategia de inversión que haya salido bien. Debemos diferenciar el corto y el largo plazo. Respondí.

No suben los activos de mayor valor, si no los más beneficiados por la política monetaria

Han pasado solamente 6 meses desde la última subida de tipos de la Reserva Federal. En esa reunión, la Fed indicó que tenía intención de seguir subiendo tipos en 2019. El mercado esperaba entonces 2 subidas adicionales para este año, frente a las 4 realizadas el ejercicio pasado. El BCE, por su parte, anunciaba que primero empezaría a subir tipos y después reduciría el tamaño de su balance. La primera subida se esperaba para finales de este año.

Culparemos al BCE del próximo ajuste presupuestario

Si le ofrecieran un préstamo a 5 años con un tipo de interés negativo ¿lo cogería? Tendría que devolver menos dinero del que recibe y además la inflación iría a su favor, situándose probablemente entre el 1% y 2% anual. Pues bien, esta es la oferta que hace hoy el BCE a los gobiernos de la eurozona Con semejante proposición, ¿qué debemos esperar que hagan nuestros políticos? Lo ven desde tres puntos de vista: Primero, tienen hoy más dinero disponible para gastar porque los intereses de la deuda vigente, al renovarse a su vencimiento pasan de suponer un gasto a convertirse en un ingreso. 

Cuando una acción cotiza al precio de hace años ¿está igual de barata?

Gran parte de los valores españoles y extranjeros cotizan con precios por acción similares a los que cotizaban hace varios años. En esta situación, muchos inversores consideran que comprando a los precios actuales están invirtiendo en las compañías igual de caro o barato que entonces. Sin embargo, si analizamos la evolución de los negocios de las compañías nos damos cuenta que eso no es cierto.

Si la tienda de la esquina cotizara

Imaginemos que saliese a bolsa una empresa que quisiera vender zapatillas en el local de debajo de su edificio. Usted y sus vecinos podrían invertir en una microempresa cotizada viendo y tocando el negocio. Pongamos que usted y otros dos vecinos más decidieran invertir en el mismo unos 10.000 euros cada uno. Al poco de realizar la inversión, se asoma un buen día y ve que la tienda está llena rebosar de clientes.

Tres aspectos a vigilar en nuestras inversiones

El análisis de las compañías no terminauna vez hemos realizado la inversión. Tampoco se trata de un activo que debamos meter en una cápsula del tiempo, enterrarlo y volverlo a destapar dentro de unas décadas, como algunos proponen. A muy largo plazo suelen cambiar hasta los elementos más esenciales de nuestra tesis de inversión. Por otro lado, debemos tener paciencia y dejar transcurrir el tiempo necesario para que el negocio se desarrolle.

Una inversión, cinco percepciones

Cuando hemos dedicado muchas horas a analizar una empresa es habitual sentirse satisfecho por el trabajo realizado. Pensamos que ya sabemos cómo está generando o tiene previsto generar los beneficios y habremos hecho nuestros números, tendremos la opinión de algunos clientes, proveedores y competidores de la compañía

El mercado beneficia al comprador y al vendedor

En medio del pulso comercial entre Estados Unidos y China vuelve a imponerse la idea de que la economía es un juego de suma cero. Parece que solamente se puede ganar si es a costa de otro. Esta visión de la economía está generalizándose cada día y el proteccionismo vuelve a considerarse como un arma útil de legítima defensa de los intereses nacionales. A los políticos se les parece haber olvidado que la economía funciona solamente si desde las instituciones se genera un clima de confianza en el que todas las partes involucradas (empresarios, inversores, empleados, clientes, proveedores, etc) puedan sentirse cómodas.