Qué hacer con el dinero si todo parece mala inversión

Hace unos días, un ahorrador me contó que a él todas las opciones de inversión le parecían malas. Considerando cuatro tipos de activos: inmobiliario, bonos, acciones y liquidez. En su opinión, no era el momento de invertir en inmuebles porque las personas del sector con las que él había hablado le indicaban que esperaban un frenazo de aquí a dos años. Le habían dicho que estaban adelantando promociones para darles salida cuanto antes.

Bailando al son del Brexit, la guerra comercial y los bancos centrales

Esta siendo un año peculiar en los mercados financieros. Hay tres grandes temas que dirigen las cotizaciones de los activos: la guerra comercial, el Brexit y las decisiones de los bancos centrales. Ha coincidido que en 2019 se han establecido dos fechas límite para la salida de Reino Unido de la UE, el 31 de marzo y el 31 de octubre, la guerra comercial entre EEUU y China ha escalado significativamente y los bancos centrales han dado un giro de 180 grados en su política monetaria respecto a diciembre de 2018.

El problema de los comités de inversiones

Durante la primera mitad de 2008 los cuatro gestores de renta fija de la entidad en la que trabajaba compartíamos la misma opinión respecto a la evolución futura de los tipos de interés: Los tipos oficiales del BCE habían subido desde el 2% en 2005 al 4% que alcanzaron en junio de 2007. En ese nivel se habían parado las subidas. Unánimemente esperábamos que los próximos movimientos de tipos fueran
expectativas

Impulso fiscal tras el estímulo monetario, ¿Cómo afecta a mis inversiones?

La caída de las bolsas en el cuarto trimestre de 2018 hizo cambiar el paso de la Reserva Federal y del BCE. La Fed,en un ejercicio en el que preveía subir los tipos, a pesar de que la economía estadounidense está en pleno empleo y la inflación en su nivel objetivo ha bajado tipos . El BCE, por su parte, ha retrasado las subidas de tipos y el mercado prevé que los estímulos monetarios lleguen más lejos que en la crisis anterior.

Cuando la economía sufre por la política

La semana pasada conocimos que el PIB británico se contrajo un -0,2% en el segundo trimestre de 2019. Es la misma economía que antes del referéndum del Brexit crecía significativamente por encima de lo que lo hacía la Eurozona. La política ha metido al Reino Unido en un callejón del que le va a costar salir.

Guerra de divisas, ácido para los bonos

Una de las cualidades de los ácidos es que tienen la capacidad de disolver gran cantidad de materiales, incluso metales robustos como el hierro o el acero. En el mundo de las inversiones, también hay políticas económicas que atacan principalmente a los activos que se perciben como más seguros.

Ejemplos de valores buenos, bonitos, baratos y pequeños

El artículo de la semana pasada tuvo un comentario generalizado antes y después de publicarlo: “Faltan los ejemplos”. No quise incluirlos de primeras porque creo que habrían eclipsado el mensaje principal. Lo importante era destacar que es fuera de los sectores de moda (con más perspectivas de futuro y crecimiento en la actualidad), de las principales temáticas de inversión macroeconómicas y en especialmente en valores pequeños (menos conocidos y no incluidos en los principales índices) es donde normalmente es más sencillo encontrar valores de calidad a buen precio.

Valores buenos, bonitos, baratos y pequeños

No hace mucho tiempo que las compañías más valiosas en bolsa eran las grandes petroleras. Después, en la época de la burbuja puntocom, el sector con mayor capitalización era el de las “Telecos”. Posteriormente, en los años previos a la crisis de 2008, el mayor peso en los índices bursátiles era para los bancos. Hoy en día son las FAANG (Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google) y sus equivalentes Chinas (Alibaba, Tencent, etc) las compañías que lideran los rankings de capitalización bursátil.

Invertir en deuda pública, un impuesto voluntario

La rentabilidad actual de un bono del Estado español a 5 años es del -0,15%. A ese nivel el que invierta a vencimiento perderá un 0,15% anual, es decir un 0,75% de su dinero en 5 años. Asumiendo que la inflación se sitúa en media en el 1,5% (por debajo del objetivo del BCE), la pérdida total real para el inversor en 5 años alcanzará el 8%.