A mucha honra, invierto en empresas de calidad y estoy cauto
Durante muchos años, he leído semanalmente las columnas de Víctor Alvargonzález; siempre valoro sus reflexiones. No obstante, sentí que su reciente columna aludió a mi estilo de inversión. Alvargonzález criticó a los inversores que evitan asumir posturas concretas para no errar, con lo cual coincido. Pero cuestionó las estrategias de ser cauteloso o invertir en empresas de calidad, algo con lo que no estoy de acuerdo.
Para mí, estas tácticas cobran significado dependiendo de cómo las aplicamos. Mi estrategia se basa en invertir en empresas de calidad a precios razonables, donde lo fundamental es cómo definimos una empresa de calidad y qué consideramos un precio razonable.
Para mí, una empresa de calidad cumple con dos criterios: alineación de intereses entre directivos y accionistas y un modelo de negocio sólido, con alguna ventaja competitiva sostenible. Esta perspectiva subraya mi enfoque de seleccionar buenas empresas sin importar su mercado o sector. Como inversor a largo plazo, busco inversiones que generen buenos rendimientos a lo largo del tiempo.
Reconozco que muchos inversores adoptan tácticas más cortoplacistas, rotando sus carteras en función de las tendencias del mercado. Mi enfoque es decidir en qué empresas invertir y por qué, buscando siempre calidad a largo plazo.
Por otro lado, admitir cuándo uno es optimista o cauteloso es parte de tomar posición. He expresado mi optimismo y cautela en distintos momentos, y el fondo de inversión mixto flexible, Avantage Fund, ha reflejado esta postura, con un rango de inversión en renta variable del 60% al 85%.
Ser cauteloso no implica ser pesimista. Representa una postura equilibrada entre el optimismo y el pesimismo. Durante años, estuve negativo con la renta fija, una postura que expliqué y trasladé a la cartera de Avantage Fund.
La rentabilidad de mi estrategia, que siempre invierte en empresas de calidad y ocasionalmente adopta una postura cautelosa, es verificable a través de fuentes independientes como Morningstar, Quefondos o Finect.
Pueden leer el artículo completo en el blog Rumbo Inversor de El Confidencial